Los quipucamayoc

Los quipucamayoc
Historia de la escritura inca

viernes, 25 de septiembre de 2020

ACCIONES E HISTORIAS LITERARIAS DE LA CREACIÓN ANDINA

 

ACCIONES E HISTORIAS LITERARIAS DE LA CREACIÓN ANDINA

 

Por Andres Pascacio Dolorier

La narración es la forma tradicional de referir sucesos, divulgar acontecimientos y explicar fenómenos geográficos o sobrenaturales. A causa de su facilidad para acoger y transmitir un patrimonio que pertenece a todos, se la puede considerar depósito de la conciencia comunitaria y fuente de leyenda y supersticiones que son, a la vez, base de una historia incipiente e incluso de una cosmología. Sus orígenes son muy remotos, tanto como el uso de la palabra y la invención del mito: su naturaleza primera fue oral, circular, pues se la escuchaba en torno al narrador, quien se mantenía en directa comunicación con el auditorio. Su sentido originario fue mágico y tradicional. Con el transcurso del tiempo y la disgregación del mito, se diluyó la trascendencia teológica y filosófica de éste, para quedar la explicación del fenómeno contenida en la narración, como simple argumento desprovisto de las calidades de su primer período. Las leyendas generales, lo mismo que la narración, debe ser considerada como la base donde reposan la sabiduría e ingenuidad populares, es la depositaria de la historia y la poesía de los pueblos.

 


El cuento popular, que es una forma narrativa bastante evolucionada, comprende fábulas, consejos, leyendas, etc; puede decirse de él que recibe la herencia del tiempo y la proyecta hasta los predios literarios. Su construcción se funda en hechos imposibles y cándidos, sin perder por eso naturalidad ni dejar de procurarnos una lógica ingenua, que conduce lo insólito hasta un clima de posibilidad. En su desarrollo aprovecha intermitentes suspensiones y fugas de la realidad a la fantasía, o viceversa. Se caracteriza además por sus frecuentes referencias a épocas remotas, a países desconocidos que pueden ser ubicados fuera de la geografía planetaria. Y aún como una resonancia de la etapa mítica, abundan en él las antonimias de elementos que personifican al bien y al mal. A menudo un personaje narra el argumento y da fe de su autenticidad, o afirma haber presenciado el hecho, o cuando menos, conocerlo de boca de quien asistió a él.

 


En la poesía las acciones literarias son subjetivas y se desarrollan en escenarios naturales, al punto que e paisaje juega un papel muy importante en las alusiones expresivas, como parte del mismo desarrollo poético. En la narrativa y el teatro, las acciones van de lo real a lo fantástico, pero en ambos casos juega un papel muy importante la imaginación creadora del hombre andino: los personajes viven, mueren y vuelven a vivir. 

 

Más tarde, con la llegada de la cultura española, la literatura quechua asume algunas formas de ésta, como la rima en la poesía y elementos cristianos en la narrativa. En la creación literatura quechua, el hombre andino tuvo y tiene conciencia de su valor y trascendencia, por eso que, en cada versión de su expresión artística, se plantea problemas de suma importancia donde se trata de explicar el destino del hombre, la causa de su existencia y la relación con la creencia de otros mundos.



     En la actualidad, la literatura andina responde a los acontecimientos sociales acorde con el momento histórico y expresa los problemas de la injusticia social, la discriminación, la diferencia de clases, las luchas del pueblo y su posible reivindicación. La literatura andina viene a ser el eco creativo del hombre peruano, teniendo su fuente principal en el trabajo y las actividades que de él se desprenden.

 

 

LA “ESCRITURA” QUECHUA

 

Es posible afirmar que los quechuas tuvieron escritura. Una escritura diferente a la conceptualizada actualmente, pero que fue un medio eficaz para la transmisión de las vivencias y pensamientos, de generación en generación. Esperamos que los arqueólogos peruanos sigan descubriendo petroglifos, pictografías y demás grabaciones en rocas y madera que guarden el secreto de nuestra antigua historia. Un ejemplo de esto son los trabajos de Larco Hoyle y Victoria de la Jara, quienes han hecho esfuerzos por esbozar una escritura basada en los íconos de la cerámica Mochica.

 

Esperan ser descifrados, desentrañados, los petroglifos de Yonán en el río Jequetepeque; los de Pay Pay entre Pacasmayo y Tembladera; los de Río Grande en Nazca; los que encontró Raymondi entre Sayán y Oyón; los que encontró Volleart en Tarapacá; los que encontró Riva Agüero entre Quingo y Huaytará, dibujos de llamas, pájaros y serpientes que parecen ofrecer verdaderos signos jeroglíficos; los de Quebrada Honda en Cajamarca; los de Caldera en Arequipa; los de Callanca en Chavín; los de la Isla del Sol en Puno; los hallados por Pulgar Vidal en Huanuco en las piedras de Yacica; los hallazgos en el Cuzco por Luis E. Valcárcel; los que refiere Pedro Cieza de León que encontró en Huanta y de lo cual dirían: “Hay fama que se hallaron ciertas letras en una losa de este edificio, lo cual ni lo afirmo ni lo dejo de tener para mí”.

De mayor interés serían las pictografías halladas en los murales, cerámicas, tejidos y cerámicas de los mochicas.

Se dice que el virrey Toledo envió a Felipe II cuatro ilustraciones hechas en tela por los nativos, como textos complementarios del informe que emitía el virrey. La historia hecha en tejidos de lana de llama respondía a una costumbre. Sarmiento de Gamboa se refería por aquellos años (época del virrey Toledo) a la historia pintada en tablones que el Inca Pachacútec mandó ejecutar en relación con las vidas de los incas. Cirtóbal de Molina también se refiere a esta escritura “pintada”. El padre Bernabé Cobo denominará “Puquin cancha” a este lugar cercano al Cuzco donde se hallan los “tablones pintados” con la biografía de los incas. Cabello Balboa habla del “testamento” de Huayna Cápac, escrito en rayas de colores en un bastón de palo. El padre Acosta insiste en este método de escritura. Montesinos será quien afirma la existencia de una escritura en el apogeo del imperio: “En un tiempo según dicen los indios había letras y caracteres en pergamino y hojas de árboles, hasta que todo se perdió”. Este último punto está vinculado con la anécdota de Alonso de Ercilla, que faltándole papel para su obra La Araucana, un indio le dijo que lo reemplazara con hojas de plátano. Esta suposición y la de los bastones pintados llevaría a la existencia de una escritura incaica. Raúl Porras Barrenechea estudió minuciosamente en su ensayo Quipu y Quilca, partiendo de la existencia de 2 formas escriturarias distintas: “quilca” como manifestación de inscripciones pétreas o pictóricas y “quipu” como especial sistema sustitutorio de la escritura o auxiliar nemotécnico.

 

Sarmiento de Gamboa en una de sus crónicas nos expresa lo siguiente: “Tenían estos bárbaros una curiosidad muy buena y cierta, y era que unos y otros, padres a hijos se iban refiriendo las cosas antiguas pasadas hasta sus tiempos, repitiéndose muchas veces, como quien lee lección en cátreda, haciéndoles repetir las tales lecciones historiales a los oyentes, hasta que se les quedasen en la memoria fijas. Y así cada uno a sus descendientes iba comunicando sus anales por esta orden dicha, para conservar sus historias y hazañas y antigüedades y los números de las gentes, batallas, muertes, destrucciones y fortalezas. Y finalmente las cosas más notables, que consisten en número y cuerpo, notábanlas, y agora las notan, en unos cordeles a que llaman quipo, que es lo mismo que decir racional o contador. En el cual quipo dan ciertos nudos, como ellos saben, por los cuales y por la diferencia de los colores distinguen y anotan cada cosa como letras. Es cosa de admiración ver las menudencias que conservan en aquestos cordelejos, de los cuales hay maestros como entre nosotros del escribir. Y además de esto había y aún agora hay particulares historiadores de estas naciones, que era oficio que se heredaba de padre a hijo. Allegóse a esto la grandísima diligencia de Pachacuti Inga Yupanqui, noveno inga, el cual hizo llamamiento general de todos los viejos historiadores de todas las provincias que él sujetó, y aún de otras muchas más de todos estos reinos, y túvolos en la ciudad del Cuzco mucho tiempo examinándolos sobre las antigüedades de sus historias, hízolo todo pintar por su orden en tablones grandes y dispuso en las Casas del Sol una gran sala, donde las tales tablas, que guarnecidas de oro estaban, estuviesen como nuestras librerías y constituyó doctores que supiesen orientarlas y declararlas. Y no podían entrar donde estas tablas estaban sino el Inga o los historiadores, sin expresa licencia del Inga”.

 

En cuanto a los quipus eran usados con fines estadísticos; pero también para ayudar a la memoria de los hechos históricos, poemas y leyes. Se dice que Baca de Castro llamó a su presencia a cuatro “quipucamayocs” muy viejos, que habían sido como historiadores y contadores de lo sucedido. Tenían en mente el día que nació el Inca y todo lo sucedido durante su reinado. Estaban obligados a enseñar a todos sus hijos y a toda la familia imperial y así transmitían sus conocimientos de generación en generación.

Los arqueólogos de las nuevas generaciones tienen el compromiso cívico de desentrañar los tantos enigmas que tenemos, en torno al grandioso imperio incaico.

 

 

RESPONDER:

 

1.    ¿Por qué a la narración la debemos considerar como depositaria de la conciencia formativa?

2.    ¿Qué tiene que ver la teología y filosofía en el ámbito narrativo?

3.    ¿Por qué se dice que el cuento recibe la influencia del tiempo y la proyecta hacia el campo literario?

4.    ¿Cómo interviene la imaginación creadora del hombre andino?

5.    ¿Cuáles son las pruebas que demuestran una posible escritura de la cultura quechua?

6.    Según Sarmiento de Gamboa, ¿qué son los quipus y cuál es su diferencia con la concepción que se tiene de ellos actualmente?

7.    ¿Cuál fue la tarea por la que destaca el inca Pachacútec y en qué consiste?

8.    Con respecto a la obra Ollantay, responder:

-          Género

-          Especie

-          Autor (posibles teorías)

-          Estructura

-          Origen de la obra (teorías)

-          Tema (principal y secundario)

        -    Personajes (rol de cada uno de ellos)

1 comentario:

  1. Las leyendas, la religiosidad y la misticidad que habían aprendido en el Tawuantinsuyo, conllevó que el centro del poder girada entorno al Inca. Es decir, una divinidad inmaculada y respetada. Incluso, la naturaleza influía en el estilo de vida del pueblo.

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