EL RACISMO EN EL PERÚ: TENTÁCULOS DE UNA IGNORANCIA
MARCADA EN NUESTRA SOCIEDAD
Por Andrés Pascacio
Dolorier
Al pensar en el Perú, rápidamente se evoca su historia, desde los Incas, la conquista española, pasando por la independencia, el colonialismo, la falsa república aristocrática (término acuñado a Basadre) y llegando a su sociedad fragmentada por estereotipos y desigualdad social.
El racismo ha
generado controversia, y producto de ello se han elaborado muchas tesis, donde se manifiesta las relaciones intergrupales: una sociedad marcado por el multilingüismo y la pluriculturidad. Como decía Ricardo Palma “el que no la
tiene de inga la tiene de mandinga”. Esto era para advertir un claro racismo en el
tiempo que él vivió. Incluso, encontramos las castas en la colonia
peruana, basada en una desigualdad étnica. Donde formaba una jerarquía social dominada
en la cúspide por los "españoles", la raza blanca, donde ostentaba el
poder económico, político y social. Luego los criollos, más atrás se presentaban a los indígenas y
afroperuanos. Por eso hasta hoy se vive con esa nefasta calificación de las personas.
También se da una suerte de migración donde se van asentando en nuevo
territorio, luego se establecieron los asiáticos y europeos en el siglo XX.
Antes de entender qué es racismo, debemos mencionar el
concepto de raza, según Lévi Strauss (1983) manifiesta: “son las formas de
cultura adoptadas aquí y allí por los hombres, sus estilos de vida, tal como
han prevalecido en el pasado o siguen prevaleciendo en el presente, los que determinan
en una medida muy amplia el ritmo de su evolución biológica y su orientación.
Más que preguntar si la cultura es o no un función de la raza, nosotros
descubrimos que la raza o lo que generalmente se entiende por tal es una
función entre muchas, de la cultura”.
Nuestra sociedad es compleja, por un lado en lo lingüístico
(donde actualmente hay 48 lenguas, 43
amazónicas, 4 andinas y la lengua más hablada que es el castellano). Entonces, existe una discriminación en la
diversidad de lenguas, en preferencia al castellano como la lengua más hablada,
luego el quechua. Esta última va en descenso por su poca difusión y enseñanza
en los colegios, sobre todo de la costa. Hay pocos colegios bilingües pues
prefieren estudiar una lengua extranjera (predomina el inglés). Esto también pasa en las universidades, donde no se enseña el quechua. Eso causa un complejo y también una
alienación en las personas de provincias que no hablan el castellano. Es por
ello que los pobladores no enseñan a sus hijos su lengua nativa. Nunca hubo
interés de querer de cambiar esta problemática, en desmedro de las minorías.
¿Cómo se puede cambiar esa visión errónea que se tiene si todavía se sigue
manteniendo el debacle educativo, y más aún en las universidades?
Jorge Basadre, en su libro Perú: Problema y posibilidad (1931) explica que "la historia aparece como un largo proceso de acercamiento de sus integrantes, en el
cual las formaciones estatales y el peligro extranjero fueron factores clave,
no obstante insuficientes, para la construcción de la nación. La defensa del
mestizo como un actor decisivo de la trama histórica peruana y de sus
posibilidades. Basadre, como vemos, se adelantó a su tiempo y en este sentido
nos ayuda a entender al Perú en una época en que la globalización ha producido
un debilitamiento del Estado nación y una radicalidad de los nacionalismos en
Estados con brechas étnicas y culturales".
Hay un dicho popular muy conocido: “no hay peor ciego que no
quiera ver las cosas”. Entonces es perceptible lo que va sucediendo en el
entorno social, como mencionaba Claude Lévi Strauss, antropólogo francés, en sus
ensayos “Raza e Historia” y “Raza y Cultura”, manifiesta en sus dos textos como
contribuyen, sin duda, a reconstruir los mitos sobre los que se asientan la
mayor parte de prejuicios raciales; pero van mucho más allá, ya que al examinar
conceptos tales como raza, cultura, progreso o evolución, el autor no se limita
a contribuir al debate ideológico en torno a lo erróneas que resultan las
concepciones racistas, sino que arroja nueva luz sobre una serie de problemas
que han interesado al ser humano desde la antigüedad más remota y de los que
hoy en día se ocupa no sólo la antropología sino también la filosofía,
sociología y otras ramas del campo de las humanidades (sin olvidar que también
la genética, biología y otras ciencias naturales tienen mucho que decir al
respecto).
El racismo también se basa desde un punto de vista
biológico, que nos pueda dar una clara muestra de nuestra de fisonomía. Por ello, en el siglo XVIII biólogos
como Darwin y Linneo comenzaron a clasificar en razas a los seres humanos que
iban conociendo en sus viajes a lo largo y ancho de los continentes que
visitaban. Sin embargo, esas clasificaciones fueron utilizadas para
desvalorizar a aquellas poblaciones que no se consideraban blancas. Los
peruanos adoptamos esa manera de mirar el mundo, de tal modo que en la vida
cotidiana utilizamos los conceptos raciales para clasificar a las personas con
las que interactuamos (Valdivia, 2009).
La civilización está necesariamente marcada por el ADN.
Nuestros padres nos heredan no solo conocimientos, sino sus rasgos faciales. En
parte, dicha dificultad está vinculada al hecho de que las clasificaciones
raciales aparecen ligadas a otras categorías. Por ejemplo, las comunidades
nativas de la Amazonía se han representado como un conjunto más o menos
homogéneo, marcado por sus lenguas originarias y su ubicación territorial; a la
población afro descendiente se la identifica por sus rasgos físicos; mientras a
los aimaras y quechuas a partir de una combinación de pobreza y sus
características culturales o lingüísticas. Los blancos son evaluados por el
color de su piel y criterios de poder y riqueza; sin embargo, la mayoría
mestiza termina perteneciendo una categoría de lo no clasificado (Valdivia,
Benavides, & Torero, 2007).
Este racismo fue contundentemente criticado por Manuel
González Prada quien se convierto en el máximo exponente del pensamiento
radical en el Perú en su época. Para González Prada: “El Perú no es una nación
sino un territorio habitado donde vegetan rebaños de siervos.” Tampoco
encontraba posibilidad en una reconciliación de razas. Los indios serían los
únicos portadores de la nacionalidad, siendo la tradición occidental sólo un
barniz superpuesto violenta y opresivamente sobre un verdadero Perú nativo.
Mariátegui, Haya de la Torre y los indigenistas lo
consideraron como un pionero y un visionario que había marcado los derroteros
para construir una nueva sociedad. Los discursos racistas en el Perú. Los
indigenistas, especialmente en una etapa inicial, siguieron una tendencia
parecida. La reivindicación del indio, la valoración de sus tradiciones estuvo
muchas veces acompañado por un ataque radical a todo elemento occidental como
puede verse en Tempestad en los Andes de Luis Valcárcel. Él planteaba la
existencia una dicotomía esencial entre Lima y Cusco. Lima representaba el
intento de adaptación de la cultura europea. El Cusco representaba la cultura
madre, heredera de la tradición milenaria de los incas. El blanco y
occidentalizado limeño no podría comprender la esencia y la vida real del
hombre del ande pues no tiene raigambre en la tierra. Sólo al Cusco le estaría
reservada la redención del indio. Es decir para Valcárcel existían dos
nacionalidades en el Perú lo cual era fruto de un conflicto aún no resuelto
desde la conquista.
Jurídicamente, en la Constitución del Perú (1993) pone
hincapié que no se puede recibir un trato diferenciado por razones de origen,
raza, sexo, idioma, religión, opinión y condición económica. Ha contemplado
además una fórmula legal abierta –“cualquier otra índole”– de modo que se
entienda que los motivos antes señalados no son los únicos proscritos por el
ordenamiento jurídico. Sin embargo, como se ha mencionado en el capítulo 2 del
presente documento, esta cláusula debe ser interpretada de manera tal que no se
incorpore en ella cualquier motivo que carezca de relevancia.
Es notorio y contundente que la Constitución también se
haga referencia que no se debe tener un trato diferenciado. Ahora, la pregunta
es: ¿se cumple es toda su cabalidad? Para mí no hay una verdadera política de
convertir Hay una marcada desatención de los poderes del Estado. En nuestro
modus vivendi, hay una clara influencia de los medios de comunicación dado que
este medio de comunicación tiene un alto grado de influencia por sus
propagandas de contenido racial, discriminatorio, incluso xenofóbico.
CONCLUSIONES
° El
racismo en el Perú es una forma de discriminación de las personas recurriendo a
motivos raciales tono de piel, de tal modo que unas se consideran superiores a
otras. El racismo tiene como fin intencional o como resultado, la disminución o
anulación de los derechos humanos de las personas discriminadas.
° El
racismo suele estar estrechamente relacionado y ser confundido con la
xenofobia, es decir el "odio, repugnancia u hostilidad hacia los
extranjeros". Sin embargo existen algunas diferencias entre ambos
conceptos, ya que el racismo es una ideología de superioridad, mientras que la
xenofobia es un sentimiento de rechazo; por otra parte la xenofobia está
dirigida sólo contra los extranjeros, a diferencia del racismo. El racismo también
está relacionado con otros conceptos con los que a veces suele ser confundido,
como el etnocentrismo, los sistemas de castas, el clasismo, el colonialismo, e
incluso la homofobia.
° Ahora
bien, desde un punto de vista genético, no hay duda de que no existen razas
puras en el Perú. Los grupos étnicos en el Perú han tenido una experiencia
histórica y cultural exclusiva, y diferentes de otras experiencias vividas por
el resto de los grupos. No se trata de una mezcla conceptual (mestización,
modernización genética etc.) pueda resolver los problemas del racismo y la
discriminación, si no está en la experiencia histórica y cultural exclusiva de
cada grupo y en el respecto a las diferencias, en el respecto a la diversidad
de lenguas indígenas, y la diversidad idiomática del castellano, en el respecto
la diversidad racial-étnica, de género, de trabajo, y en el respecto los
discursos racistas en el Perú.
1. Basadre, Jorge. Perú: Problema y
Posibilidad. 1931
2. Claude Lévi Strauss, Claude: Raza e historia.
1983
3. Valdivia, N. (abril de 2009). ¿Somos o
no somos racistas los peruanos? Le Monde diplomatique. págs. 16-17.
4. Defensoría del Pueblo.
(2007). La discriminación en el Perú: Problemática, normatividad y tareas
pendientes. Serie Documentos Defensoriales – Documento Nº 2. Lima: Defensoría
del Pueblo.
El racismo en el Perú enfrenta un gran conflicto en la sociedad, pues en estos tiempos se penaliza y sanciona al que incurra en este acto. Por lo tanto, tener conciencia de la diversidad cultural, lingüística, social y económico conlleva a valorar al ser humano bajo esa óptica.
ResponderBorrarPreguntas:
1. ¿Por qué los medios de comunicación fomentan la discriminación racial?
2. ¿De qué manera se discrimina a la comunidad indígena y amazónica?
3. ¿Cuántas lenguas se hablan en nuestro país?
4. ¿La discriminación se da en todos los estratos sociales?
5. ¿Habrá una diferencia entre xenofobia y racismo? ¿Por qué?