¿Necesario o no necesario para la seguridad ciudadana?
El Servicio
Militar en el Perú tiene una historia bastante arraigada por los diversos
sucesos de la historia republicana. Desde la Constitución de 1979, el Servicio
Militar Obligatorio no era un tema polémico, dado que el país estuvo sumido en
una dictadura militar (1968 - 1978) que conllevó a que se vuelva una acción de
obligatoriedad indispensable para la defensa nacional. En ese sentido, en el
SMO se daba dos categorías: el activo y la reserva. Esto iba desde los 18 años
hasta los 50 años para los varones; en caso de las mujeres se llevaba a cabo
desde los 18 años hasta los 45 años. Dado el contexto económico en la década
del 70 donde se vivía una dependencia económica, una deuda pública ascendente y
una escasez de la inversión privada; en suma, existía un déficit fiscal
alarmante; esto se empoderó más la clase social baja, trayendo consigo una
situación paupérrima en las familias. Por ese motivo, que muchos jóvenes de
estratos sociales pobres eran coadyuvados a alistarse para salir de la
precariedad.
En la década del 80 se sumerge el país en un estallido social y político,
que desencadenó atroces asesinatos, atentados y felonías políticas, es donde
toma protagonismo el grupo terrorista maoísta Sendero Luminoso. Ante esa
convulsión, se ve conscripto el soldado, hay graves denuncias de los derechos
humanos, como el reclutamiento forzoso, la "leva" que se bifurcaba
entre la discriminación étnica. Según el congresista Daniel Espichán en su
informe del año de 1997 manifiesta "que la leva constituye un
procedimiento de captación de personal civil para cumplir con el SMO, el
mismo que se desarrolla consuetudinariamente en nuestro país, toda vez que
estos procedimientos de captación de personal para el servicio militar,
no se encuentran regulados en la Ley del Servicio Militar Obligatorio”.
Por lo tanto, la leva es un procedimiento que carece de sustento legal. En
efecto, no está permitida pues ya en la Constitución 1993 en el artículo 2
inciso 24 se estipula que nadie puede ser detenido por mandato escrito y motivado
del juez o por las autoridades policiales en caso de fragante delito.
Además, la Constitución de 1993 suprimió el artículo 78 de la Constitución
del 1979 que manifestaba todo acto de vejación y de violación a los derechos
fundamentales de la persona. Estas infracciones que se cometía fueron llevadas
inclusos a los Tribunales Militares, donde el general (r) César Saucedo dio su
declaración ante un Congreso que mantenía la impunidad antes los horrores
cometidos en los cuarteles militares. En dicho informe del 25 de agosto de 1997
manifestó: "...informo ayer que el Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas, a través de directivas específicas, ha prohibido la leva de
jóvenes como procedimiento para completar al personal del servicio
militar obligatorio. Subrayó ... que el Reglamento de la Ley del
Servicio Militar Obligatorio, Decreto Supremo N° 072 en su artículo
cuarto, prohíbe la denominada leva". En resumen, se buscó
excusar todos los actos desmedidos y abusos hacia los conscriptos, pues
acciones fueron detectadas y observadas por la Defensoría del Pueblo que recomienda a las
FF.AA. que en el Servicio Militar sea voluntario y que las instituciones
armadas se permitan cumplir con las necesidades personales; a la vez que se
pierda ese reclutamiento forzoso que afectaba todo derecho amparado en la
Constitución.
El SMO no va a reducir o acabar la delincuencia, porque los delitos que se cometan deben ir al Poder Judicial o un fiscal o comisaría. Bajo esa línea, los jueces son sobornables o fiscales son reacios o indiferentes ante los casos de criminalidad que se dan. Los tremendos motines en Maranguita donde los jóvenes reclaman por ser golpeados o abusados o las cárceles hacinadas de delincuentes sin sentencias; incluso criminales que salen más avezados para repetir sus fechorías. Es tan complejo este tema, que es darle una tremenda carga a los cuarteles. La delincuencia no es asunto de militares es un asunto político para dar solución a esta problemática. Desde un ángulo social, económico y educativo. En definitiva, hoy el servicio militar es voluntario brindando mejoras, como el apoyo económico, asimilaciones para quienes deseen postular hacia alguna institución castrense; los que estudian en institutos o universidades tendrán esa prerrogativa de cumplir con el servicio militar sin acuartelamiento.