LA NUEVA GUERRA FRÍA
Por Andres Pascacio Dolorier
El enfrentamiento comercial, económico y político de dos potencias: EEUU y China, ha dado una clara expresión de dominio, poder y enfrentamiento entre dos países que han demostrado en el poderío tanto en la tecnología como en el comercio. Según la BBC, los aranceles impuestos a los productos chinos subieron de 10% a 25% y Pekín prometió tomar represalias. Por ejemplo, Estados Unidos impuso aranceles a productos por valor de un total de US$250.000 millones el año pasado. El gobierno chino respondió con aranceles a productos estadounidenses por valor de US$110.000 millones. A principios de este año debían haberse elevado del 10 al 25% aranceles en productos chinos por valor de US$200.000 millones, pero finalmente ese alza se retrasó.
Por un lado, EE.UU acusa al gobierno de Pekín de espionaje, esto ha sido manifestado por el Presidente Donald Trump, en alusión al acelerado progreso de la empresa de telecomunicaciones HUAWEI, que está a punto de alcanzar la tecnología 5G. Por otro lado, el presidente chino Xi Jinping declaró que luchará hasta el final de la guerra comercial.
Por otro lado, hay una gran preocupación por el avance de China, pues se puede denominar como una "Segunda Guerra Fría", pero más letal, pues la Guerra Fría entre EE.UU y la URSS fue partir al mundo en dos polos antagónicos por los posturas ideológicas marcadas en el plano económico y político que fue el capitalismo y el comunismo. Ambas tendencias ideológicas fueron exportadas a todos los países del Tercer Mundo. La rivalidad fue muy marcado pues los países tenían que aliarse a una postura. El Perú en la dictadura militar se plegó a la URSS, en el comercio, en consumir su tecnología y en el apoyo bélico militar. Ahora, la coyuntura no es capitalista o comunista, China maneja una postura más radical, promueve la inversión, compra de manera excesiva las materias primas y tiene mucha participación económica en América Latina, lo que no lo tenía la ex URSS. Por citar un caso, al país que más se exporta y compra es China, donde el Perú ve en este país asiático un aliado económico fuerte y progresista.
Actualmente, la pandemia daña y perjudica el sistema económico ha llevado a miles de desempleo en los EEUU, la cifras de contagiados crece exponencialmente y crece también el número de muertos. Las eleccione presidenciales en Norteamérica será en noviembre, el presidente Donald Trump, busca la reelección, por lo que que su popularidad cae y trata de recobrar el rumbo perdido como potencia mundial. Es más, ha pedido explicaciones a China por ocultar información crucial sobre el COVID-19 y que un laboratorio en Wuhan ha sido la creadora de todos los males. Sin parpadear, ha retirado su ingente presupuesto y su apoyo a la OMS. Por ahora, China no se ha puesto de rodillas y se ha enfrentado a los planes de Trump.Para ello, el presidente chino Xi Jinping endureció su política a Hong Kong, recortando sus libertades y sancionando duramente todo acto de protesta y reclamo, con pena de cárcel.
En resumen, la geopolítica se intensifica en los dos países, ya no solo es la guerra tecnológica, económica y política, sino por encontrar la vacuna que acabe con el coronavirus. Por un lado, Donald Trump ha destinado un presupuesto multimillonario para encontrarlo y reelegirse y así demostrar que con su liderazgo podrá frenar a los inmigrantes, el avance ruso y a las empresas rusas. Por el otro lado, China está en un firme progreso y a la vanguardia, que sus grandes empresas tecnológicas pueden ser mejores que las europeas y norteamericanas, asimismo en un futuro remoto consolidarse como la Primera Potencia Mundial. Ahora es encontrar con prisa la vacuna contra el COVID-19, luego será el primer vuelo tripulado por científicos y astronautas a Marte. Corren las apuestas.